10 Leyenda mexicana: El nagual del Naranjillo
Objetivos: en esta unidad los alumnos van a…
- Conocer algunas de las leyendas más importantes de México
- Escuchar y aprender palabras del habla popular de los mexicanos
- Practicar el uso del pretérito y el imperfecto
- Expresar su propia opinión respecto a la leyenda del Nahual
- Identificar la variante dialectal del español mexicano
I. Vocabulario
II. Discusión antes de escuchar. Contesta las siguientes preguntas.
III. Comprensión auditiva. A continuación vas a escuchar la leyenda sobre el nagual del naranjillo. *Se recomienda que la primera vez que veas el video pongas atención sin ver la transcripción.
* El nagual del naranjillo. Leyendas. Contada por Gumersindo España Olivares (“Don Sshinda”). Recopilado por Gabriel Medrano de Luna y José Manuel Pedrosa. 29/07/2017. Corpus de literatura oral, Universidad de Jaén. Publicado en https://corpusdeliteraturaoral.ujaen.es/archivo/0406n-el-nagual-del-naranjillo
Ahora, vas a escuchar nuevamente el video. Debes parar cada vez que sea necesario para responder lo que se te pide.
Transcripción: ¿Sí les comenté que acababa de morir el nagual* del Naranjillo? Sí, él se murió. Cuando juimos* allí a su casa del…, del Naranjillo, al cerro Redondo, ¿no te acuerdas?, que allí vive el nagual y ya se murió también, y ya se murió. Es que golpearon un perro, eh… golpearon un perro y era el nagual. Llegó a su casa, todavía era su casa, pero ya golpeado, pero no en perro, llegó en persona. Y de ese se mo- | de ese, de ese golpe se murió, se murió el perro. Yo hice el nagual de | ¡Ah!, pos* se lo hizo su familia, de madera, se lo hizo en madera. Entonces llegó el muchacho y dijo:
―Oye, Sshinda, ¿no me puedes hacer un…, un perro que parezca nagual?―.
Yo ya sabía que era, yo ya sabía que era el de su familia. ¡Sí, cómo no! “¿Sí? ¿Me lo hace, sí?”. Pues yo le hice el perro parao en las dos patas y las manitas, y la cara por abajo de…, de persona, y la cabeza el perro arriba. Sí, se lo vendí, pero que porque era su…, era su familia.
Que llegó a su casa ya golpeado. Pero lo raro era que en su casa todo tenía de cosecha del campo y no sembraba, pero sí tenía. Pues es que, vestido de nagual, se iba y cosechaba y llevaba la cosecha a su casa, y por eso no sembraba, pero de noche iba y robaba eh… al estilo nagual, y por eso en su casa tenía pollos, tenía puercos, tenía gallinas, todo tenía, eh… del campo, tenía maíz, frijol*, garbanzos, todo. Es que cuando salía a robar, pos era un perro que iba corriendo. Llegaba onde* estaba la tierra de cultivo y llevaba las cosas pa su casa, se las robaba, y era el nagual. Por eso de día estaba dormido y de noche salía. Yo lo conocí, aquí llegó, aquí llegaba, aquí llegaba ese señor.
Si no da miedo, son personas. Lo único que tienen es que hablan poco, hablan poco. Así, cuando uno está platicando, na más están oyendo, y contestan: “ya me voy, ya vine, te traje esto, te vendo esto”, era lo único que decía. Pero de ahí para allá, no, no da miedo con ellos. Da miedo porque se dice que cuando son las seis de la tarde, da miedo porque empiezan a cambiar de…, de color la cara: se hacen blancos, blancos, blancos, blancos, así como si estuvieran pintados de…, de esmalte o de cal. Se empiezan a hacer blancos porque se van a desaparecer en la oscuridad. Eso me contó su abuela, su abuela de él:
―Oye, Sshinda ―dijo―, ¿qué no te debemos con el cachán*?
―No.
―¿Por qué? ―dijo― Pos cachán ―dijo― es un desaparecido.
―¿Cómo?
―Sí ―dijo.
Está platicando aquí y luego, cuando sale a la calle, dijo:
―Es un perro.
―Sí, no ya, sí―.
Matilde se llama la señora; ya también se murió. Y le digo:
―¿Por qué, Matilde?
―Pos el cachán ―dijo― así era. Es que a su abuelo ―dijo― le dejó la herencia del nagual.
―¡Ay! ¿Ese era el nagual?
―Sí, era el nagual―.
Pero era de herencia.
IV. Expresión oral.
V. En contexto.
1898 facsimile edition, online at FAMSI.org. Page 22 of the Codex Borgia. Public Domain.
–
Sign for the Gumercindo (Sshinda) España workshop in Juventino Rosas, Guanajuato, Mexico. by AlejandroLinaresGarcia is licensed under CC BY-SA 4.0.
Gumersindo España Olivares, Don Sshinda: El hombre que viste en el video sobre el nagual fue un famoso artesano de juguetes. Nació en Guanajuato, México en donde murió a los 83 años en el año 2018. La familia de Don Sshinda fue una familia de artesanos. Su abuelo empezó esta tradición.
Don Sshinda se dedicó a hacer en madera juguetes tradicionales, pero también hizo diseños nuevos de artesanías relacionadas con la historia de Guanajuato. Tenía su taller en la parte de atrás de su casa, que es desde donde lo viste narrando la leyenda del nagual.
El tipo de juguete que se fabrica en México varía dependiendo de la temporada y las fiestas, pues se hacen para ser vendidos en las ferias y los mercados. Las figuras más comunes son de boxeadores, jinetes a caballo, payasos y animales, especialmente aves. También hay accesorios como carruseles y varias piezas para montar escenas como la “lucha libre” e incluso funerales.
Algo muy interesante es que los artesanos creen que para hacer buenos juguetes, la persona debe tener buena disposición y estar de buen ánimo. Si el artesano está enojado, se cree que los juguetes se vuelven feos. Gumercindo creía, además, que los juguetes tienen vida propia ya que son hechos para que la gente se ría y sea feliz.
Información adaptada de https://es.wikipedia.org/wiki/Gumersindo_Espa%C3%B1a_Olivares
VI. ¡A jugar!